Vivir la integración: facilitar el acceso al empleo a las personas refugiadas
Vivir la integración: facilitar el acceso al empleo a las personas refugiadas
Los y las refugiadas son personas que han sido forzadas a abandonar su país de origen porque su vida, su seguridad y su libertad o las de sus familiares corren peligro. Son personas que han sido víctimas de persecución y graves violaciones a sus derechos humanos debido a conflictos armados y violencia y por esto se ven obligadas a trasladarse a un nuevo país buscando la protección que no pudieron encontrar en el propio. Durante décadas Costa Rica ha demostrado una importante tradición de protección a la población refugiada y ha otorgado esta condición a miles de personas [1].
¿Quiénes son las personas refugiadas que viven en Costa Rica?
Cerca de un 80% de las personas refugiadas que se encuentran en Costa Rica han llegado de Colombia, a consecuencia del conflicto armado interno que vive este país desde hace cinco décadas. Además, hay personas refugiadas provenientes de más de 40 diferentes países, incluyendo a El Salvador, Honduras, Cuba, Venezuela, entre otros. Por lo general, las personas refugiadas cuentan con un alto nivel educativo: un 15% cuenta con estudios universitarios completos, un 20% con educación técnica y casi un 40% con título de bachillerato [2]. Más allá de cifras y estadísticas, las personas refugiadas son mujeres y hombres luchadores, cuyas vidas han sido destrozadas por guerras y violencia y que desean más que todo reconstruir sus vidas en Costa Rica. Son personas con muy alta motivación, portadores de diversidad, talento y cuentan con un gran potencial para convertirse en agentes de desarrollo del país si se les ofrece una oportunidad.
De acuerdo al marco legislativo nacional e internacional, las personas refugiadas tienen pleno derecho a trabajar (ya sea bajo un patrono o de manera independiente); no obstante, en ocasiones existen brechas entre lo establecido por la ley y la realidad. El desconocimiento y los estigmas generales aún presentes en la sociedad costarricense, hacen que para las personas refugiadas la búsqueda de un empleo no sea tarea fácil. A esto se suma la falta de información por parte de las mismas personas refugiadas sobre las dinámicas del mercado laboral y los nichos de oportunidades que existen.
¿Por qué facilitar el ingreso a empleo a las personas refugiadas en Costa Rica?
Cierre los ojos por un momento e imagine que repentinamente usted se vea forzado a huir de su país para proteger su vida y la de sus seres queridos; llega a un nuevo lugar para reconstruir todo lo que lamentablemente ha debido dejar atrás. ¿Se imagina lo importante que sería para usted conseguir una oportunidad de trabajo? Parece que la respuesta es obvia. Podría parecer que las personas refugiadas han llegado a Costa Rica sólo con poco equipaje, pero en realidad ellos y ellas traen experiencia, conocimientos, habilidades y motivación que pueden ser de mucho provecho para la fuerza laboral del país. La contratación de personas refugiadas ofrece capital humano y diversidad a las empresas, lo cual favorece el clima organizacional y el rendimiento de los equipos de trabajo. Al favorecer el acceso de las personas refugiadas al empleo, gana la empresa, en particular sus índices de RSE tales como diversidad e inclusión. Gana la persona refugiada, y sus niveles de estabilidad emocional, social y económica. Y gana, en su conjunto, la sociedad costarricense, que fortalece sus principios de inclusión social y solidaridad. Así, le motivamos a informarse sobre la posibilidad de reclutar a la población refugiada en su empresa.
Para las personas refugiadas el acceso al empleo significa mucho más que un mero ingreso económico. Por medio del trabajo, restablecen sus redes de apoyo, construyen un sentimiento de pertenencia en la sociedad costarricense y logran sobrellevar las pérdidas que han atravesado al ser forzados a dejar su patria. Lo cierto es que el empleo es uno de los principales puentes para favorecer la integración tanto social como económica de las personas refugiadas en la comunidad costarricense.
Es por esto que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) se ha aliado a la Asociación Empresarial para el Desarrollo (AED), la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) y la ONG Asociación de Consultores y Asesores Internacionales (ACAI), para promover acciones afirmativas que favorezcan el acceso de las personas refugiadas al empleo digno.
En el marco de dicha alianza, las organizaciones construyeron un proyecto conjunto llamado “Vivir la Integración”. Este es un programa de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) por medio del cual el sector privado puede favorecer la integración de las personas refugiadas, ya sea considerándoles para sus puestos vacantes, ofreciéndoles capacitación, llevando a cabo campañas de sensibilización a lo interno de la compañía o apoyando a las personas refugiadas microempresarias uniéndoles a su cadena de valor.
Para esto su empresa puede unirse a la Mesa de trabajo “Vivir la Integración”, donde se le estará brindando asesoría y acompañamiento especializado. ¡Juntos todos y todas ganamos!
[1] En el mundo se contabilizan más de 15 millones de personas refugiadas.
[2] ACNUR, ACAI e IIP-UCR (2012). Personas refugiadas hoy en Costa Rica: sus voces, retos y oportunidades. Disponible en: http://www.acnur.org/t3/fileadmin/Documentos/Publicaciones/2012/8985.pdf?view=1
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