Objetivos de Desarrollo Sostenible: hacia la transformación en Costa Rica
Objetivos de Desarrollo Sostenible: hacia la transformación en Costa Rica
Bernardo Montes de Oca
- Sectores privado y de sociedad civil juegan papel clave en cumplir objetivos.
- Principales retos del país giran en torno a financiamiento.
En Costa Rica, casi 87.000 hogares están en la categoría de pobreza extrema. Son hogares que subsisten con menos de ¢46.976 colones al mes y no cumplen con las comidas básicas.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) son un compromiso mundial para erradicar la pobreza, proteger el planeta y fomentar la prosperidad de todas las naciones en los próximos 15 años. Tres quinquenios que traen consigo retos a nivel financiero, social y político.
¿Será posible realizar la tarea en el país en el plazo de los ODS?
La pobreza extrema es sólo uno de los retos que se incluyen en los ODS y que el país afrontará de ahora hasta el 2030. En total hay 17 objetivos, que cubren desde educación e igualdad de género, hasta infraestructura resiliente y producción sostenible. Todos con una meta clara: no dejar a nadie atrás.
¿Qué son los ODS?
Los ODS nacieron de los Objetivos del Milenio (ODM) que se establecieron en el año 2000. Durante 15 años, los países miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU) emplearían estrategias a nivel mundial para tratar problemáticas como la mortalidad infantil y la propagación del VIH, además de fomentar el desarrollo en todo el mundo.
Pero al aproximarse los 15 años de haberse implementado, el progreso no había sido el deseado. Ante esta realidad, en el 2012 la ONU lideró la Agenda de Desarrollo Post-2015 en donde buscó definir el marco para el desarrollo futuro a nivel global. Así nacieron los ODS.
Además de incluir retos de épocas anteriores, los nuevos objetivos estarían encapsulados en tres aristas: erradicar la pobreza extrema, combatir el cambio climático y erradicar la desigualdad y la injusticia. Oficialmente, se conocerían como la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible: Transformando nuestro mundo.
La Agenda 2030 se presentó ante los países miembros de la ONU en el año 2015. Costa Rica, y el resto de miembros, aprobaron la misma y asumieron el compromiso de cumplirla.
Hacia el cumplimiento
Los ODS sirven como un punto de partida, así lo especificó la viceministra de Mideplan, y Coordinadora de la Secretaría Técnica de la Comisión Nacional de los ODS, María del Pilar Garrido.
“Lo más importante es cómo nos proyectamos hacia el futuro, ¿cómo quiere estar Costa Rica en el 2030? Hay que unir la meta global con lo que se quiere hacer en Costa Rica: de ahí parte la definición de los ODS”, elaboró Garrido.
Costa Rica ya tomó uno de los pasos clave para cumplirlos. Costa Rica se convirtió en el primer país en reafirmar el compromiso de alto nivel para alcanzarlos, a través de un pacto nacional que se firmó el 9 de setiembre del 2016.
Actualmente, una de las vías claves para la implementación de la Agenda 2030 es la presencia de un Plan Nacional de Desarrollo (PND) que haga sincronía con los ODS. Así lo explicó la jerarca del Ministerio de Planificación y Política Económica, Olga Marta Sánchez.
“Cuanto entramos a gobierno, le presentamos un PND a la ciudadanía que tiene muchos elementos y enfoques de los ODS, que son una serie de retos de desarrollo a nivel global”, afirmó Sánchez.
En conjunto con este PND, el país estableció una estructura de gobernanza para la implementación, coordinación y seguimiento de los ODS.
Pasos definidos
“Las decisiones grandes las toma el Presidente. Por su parte, el Mideplan formula, sigue y evalúa el PND que va en conjunto con los ODS. Como la Agenda 2030 está sentada en la parte internacional, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto es clave en el proceso de comunicación”, explicó Sánchez.
Otro elemento importante de la estructuración de la gobernanza de los ODS fue el énfasis en temas ambientales que contienen. El elemento de gobernanza que vela por estos aspectos es el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae).
En el marco de aplicación de los ODS en América Latina, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) evaluó a los países para hacer un estado de la cuestión y establecer un punto de partida.
Los puntos de evaluación fueron educación, equidad de género, infraestructura, innovación y competitividad y la situación fiscal.
Es precisamente la situación fiscal que hace que el financiamiento de la Agenda 2030 sea un reto para los futuros gobiernos. La dificultad principal gira en torno a liquidez.
“Con la infraestructura fiscal que tenemos actualmente no vamos a poder financiar ni siquiera parte de la agenda de desarrollo”, explicó Sánchez.
Se le suma que el desarrollo que ha tenido Costa Rica lo coloca como una nación de renta media-alta, lo que significa que a nivel de cooperación internacional, es más difícil obtener ayuda financiera.
Uno de los actores a nivel de cooperación internacional que sí está presente es la representación de las Naciones Unidas, a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
“El PNUD facilitó varios espacios de diálogo entre los actores claves. Espacios que antes no existían”, explicó Alice Shackelford, coordinadora del sistema de Naciones Unidas en Costa Rica.
La importancia de todos los actores
Además de proveer espacios de diálogo, el PNUD ha aprovechado para presentar a la Agenda 2030 como una herramienta de integración y unificación de los actores, que todos son importantes. Así lo describió Shackelford.
“Es un llamado multidimensional. Nos hace un llamado a identificar cuáles son los temas importantes del país, y alinearlos con diferentes ODS, y ver el alineamiento con diferentes objetivos”, comentó.
Shackelford utilizó el ejemplo de la erradicación de la pobreza. La pobreza no se puede tratar sin considerar otros objetivos como la igualdad de género, ya que la mayoría de hogares con jefatura femenina son los más pobres. Además, es importante analizar la relación con el cambio climático que impacta a trabajadores agrícolas, que hace que el reto sea multidimensional.
En cuanto al sector privado, la Asociación Empresarial para el Desarrollo (AED) tiene claro este rompimiento de los paradigmas actuales. Así lo explicó la directora ejecutiva, Olga Sauma.
“La agenda 2030 se vio como una agenda que requería no sólo del compromiso de los Estados sino del apoyo del sector empresarial”, comentó.
Los ODS no sólo abarcan múltiples dimensiones. Sino que requieren de diferentes sectores. Para Costa Rica, el reto es cambiar la cultura con respecto a retos de desarrollo a nivel nacional. Así lo explicó la ministra Olga Marta Sánchez.
“Es necesario romper con la percepción individualista que se tiene ahorita en el país, en donde las instituciones públicas, el sector privado y la sociedad civil todas trabajan por separado. La integración de todos es clave”, explicó.
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