Si sos fanático de los superhéroes puede que reconozcas un dicho que dice: "con un gran poder viene una gran responsabilidad".   Cuando una empresa como Procter & Gamble toca la vida de más de cinco mil millones de personas en todo el mundo, el potencial para hacer el bien a nivel económico, social y ambiental es profundo. 

Desde mis primeros días como empleado en P&G, hay algo que siempre he apreciado en mi línea de trabajo: el propósito de la Compañía.   Quiero decir, ¡qué gratificante es representar a una empresa cuyo propósito corporativo es tocar y mejorar la vida de miles de millones de personas en todo el mundo!  Especialmente cuando la Compañía predica con el ejemplo y se puede demostrar con ejemplos concretos de cómo esto es cierto, ya sea compartiendo las innovaciones disruptivas aportadas por nuestras marcas que mejoran la vida de los consumidores o las iniciativas que conforman nuestra Agenda de Ciudadanía: Impacto Comunitario, Sostenibilidad Ambiental, Equidad e Inclusión y Ética y Gobernanza.   

Nuestra aspiración es clara: queremos ser una fuerza para el bien y una fuerza para el crecimiento.  Sabemos que cuanto más integramos y construimos ciudadanía responsable en nuestra forma de hacer negocios, mayor será el impacto que podemos tener en las personas a las que servimos, en las comunidades donde vivimos y trabajamos y en el mundo más amplio que nos rodea. A su vez, esto nos ayuda a crecer y desarrollar nuestro negocio. 

Esta estrategia que ha estado integrada en el negocio de P&G durante décadas no es cierta en muchas empresas de todo el mundo.  Impulsado por la pandemia de la COVID-19 y los crecientes desafíos sociales y ambientales, han surgido y están ganando fuerza movimientos empresariales centrados en satisfacer las necesidades de todas las partes interesadas -accionistas, clientes, empleados, socios, la comunidad y la sociedad en su conjunto.   Existe la sensación entre los líderes empresariales de que la ideología predominante de poner a los accionistas por encima de todos los demás, que ha reinado durante los últimos 40 años, necesita una actualización seria y urgente.   

Hoy en día los consumidores tienen altas expectativas de las marcas y las empresas. No solo quieren productos de calidad a precios razonables, sino que muchos esperan que las empresas actúen en el mejor interés de la sociedad.  Están en lo correcto.