En medio de los desafíos que estamos enfrentando es muy probable preguntarnos: ¿podemos ser responsables en nuestra gestión empresarial? La respuesta es: ¡Sí, claro! Muchas empresas lo han seguido siendo. ¿Y cómo han hecho? Sería la siguiente pregunta. Para responderla, las organizaciones miembro de IntegraRSE -una red de organizaciones promotoras de la sostenibilidad en Centroamérica y el Caribe-, nos dimos a la tarea de crear una Guía^[1] que apoye la toma de decisiones para que la operación sea responsable, junto con un compendio de buenas prácticas implementadas por empresas que operan en Centroamérica y República Dominicana.

 La Guía desarrolla recomendaciones para que las empresas enfrenten la pandemia como una oportunidad. Aborda temas como liderazgo, cumplimiento de protocolos adecuados para la salud y seguridad de las personas, cadena de valor, innovación y el rol proactivo en la solución de los principales desafíos del país; todo lo anterior en un marco de principios de conducta empresarial responsable.

En nuestra experiencia en el acompañamiento de empresas, hemos identificado que las organizaciones que se caracterizan por una conducta responsable, no solo han implementado acciones para hacer frente a la crisis, sino que han invertido en evaluar su gestión y en identificar oportunidades para innovar. Como parte de la evaluación, estas empresas se han preocupado por colocar el bienestar de las personas primero: sean trabajadoras, clientas y consumidoras y/o de las comunidades en las que operan. Además, como parte de la innovación han hecho esfuerzos por generar cambios en productos y/o servicios, en procesos y en fortalecer las capacidades de su recurso humano.  

Estas empresas también han sabido leer el contexto y reconocer que se requiere redoblar esfuerzos y disposición para trabajar en alianzas. Por ello, la Guía incluye recomendaciones para ejercer un rol proactivo en la solución de los desafíos que enfrentamos. Si bien la coyuntura nos ha exigido acciones inmediatas e incluso filantrópicas, no perdemos de vista la visión de largo plazo, reflejada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que proponen “no dejar a nadie atrás”.

Ahora que nos encontramos con mayor apertura para actividades comerciales, queremos que las empresas cuenten con herramientas para posibilitar la continuidad de su negocio, considerando el concepto de Salud Global^[2]. Éste plantea que debemos ir más allá de las necesidades individuales, trascender fronteras y trabajar en los ejes de justicia social, derechos humanos, respeto al ambiente, equidad y bien común, así como respeto a la idiosincrasia e identidad de los pueblos. Esperamos que nuestra Guía, así como los casos que las empresas han compartido, sean parte de estas herramientas y contribuyan a disminuir la curva de aprendizaje para hacer frente a la pandemia.

Además de invitarles a descargar la guía y utilizarla, les invito a continuar esta conversación en una serie de artículos en los que desarrollaré las recomendaciones específicas que incluimos en la Guía sobre liderazgo, protocolos internos, cadena de valor y el rol proactivo en la sociedad. Sus comentarios y consultas son más que bienvenidas al correo mariafernandaperez@aedcr.com