ODS13: Reducir emisiones y adaptarse a un clima que no perdona
ODS13: Reducir emisiones y adaptarse a un clima que no perdona
Frente a la intensidad y frecuencia de los desastres naturales que han azotado al país, el ODS 13: Acción por el Clima emerge con prioridad en medio de la emergencia nacional por reconstruir puentes, carreteras, viviendas y cosechas.
Ante este escenario, Costa Rica debe estar preparada para frenar la emisión de gases invernadero, principales causantes del problema.
El ODS13 se divide en dos grandes líneas de trabajo: la mitigación del cambio climático y la adaptación a los nuevos riesgos que este implica. Las metas que el país debe alcanzar para lograr este objetivo son:
- Fortalecer la resiliencia y la capacidad de adaptación a los riesgos relacionados con el clima y los desastres naturales en todo el país.
- Incorporar medidas relativas al cambio climático en las políticas, estrategias y planes nacionales.
- Mejorar la educación, la sensibilización y la capacidad humana e institucional respecto de la mitigación del cambio climático, la adaptación, la reducción de sus efectos y la alerta temprana.
El escenario actual costarricense
Costa Rica destaca por su labor ambiental con dos logros muy notables: más del 20% del territorio nacional se encuentra bajo sistemas de áreas protegidas y, prácticamente, el 100% de su matriz energética proviene de fuentes renovables.
También el país ha tomado medidas estratégicas para incrementar la cobertura de los bosques y su biodiversidad. El Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) promueve la Agenda Verde con el objetivo de mantener una cobertura forestal por arriba del 50% y reforestar con especies de árboles que aumenten el secuestro de carbono.
Esta iniciativa es parte de una ambiciosa meta que el país ha establecido: ser Carbono Neutral para el 2021. Para ello, se requiere que todos los sectores trabajen juntos para promover un desarrollo amigable con el ambiente, para lo cual se han creado alianzas público-privadas que canalizan recursos a favor de la promoción y educación en temas ambientales.
Entre estas iniciativas, destaca el Programa País de Carbono Neutralidad con 90 organizaciones involucradas y el Programa Bandera Azul Ecológica (PBAE), con 753 empresas galardonadas para 2016 para la categoría Cambio Climático -una de sus 15 categorías-. Estos programas se enfocan en mitigar las emisiones de carbono generados en los procesos de producción y en llevar educación ambiental a sus colaboradores.
A pesar de estos esfuerzos, el país aún carga con rezagos ambientales en los siguientes temas, como señala Estado de la Nación:
- Su flota vehicular es sumamente contaminante y es la responsable de un 50% de las emisiones de dióxido de carbono del país. El sector transporte es una de las principales limitantes para cumplir con la meta de Carbono Neutralidad 2021.
- Costa Rica tiene un pobre manejo de sus residuos sólidos y líquidos. Estado de la Nación señala que la pésima disposición de los residuos deviene de una ausencia de educación hacia la ciudadanía.
- Finalmente, Costa Rica se encuentra en una zona vulnerable ante la creciente agresividad del clima y su respuesta a desastres naturales sigue siendo débil, especialmente zonas pobres o rurales.
El desarrollo sostenible es un buen negocio
El sector empresarial es un pilar clave para el desarrollo sostenible, debido a su alto de consumo de recursos y a que abarcan el 85% de los empleos en Costa Rica, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Pablo Rojas, Director de la Dimensión Ambiental de la Asociación Empresarial para el Desarrollo (AED), cree que el cambio a un modelo de negocios sostenible debe verse como una inversión, pues se reducen costos de producción y aumentan ingresos en un mercado que cada vez más prefiere productos amigables con el ambiente.
“La sostenibilidad es una ventaja competitiva, pues se trabaja de forma eficiente, se gastan menos recursos. Es buen negocio tener una empresa sostenible”, afirmó Rojas.
AED lidera la plataforma colaborativa Eco Eficiencia Empresarial que ha reunido a 135 organizaciones con la meta de incrementar la rentabilidad de sus negocios, mientras reducen su impacto ambiental. Desde el 2011 hasta hoy, las empresas participantes han reducido su huella de carbono en 37.000 toneladas de CO2e, lo que ha implicado un ahorro de 19 millones de dólares por concepto de consumo de electricidad, gasolina, diesel y LPG.
La metodología se encuentra alineada al PBAE en la categoría de Cambio Climático. De esta forma, las organizaciones participantes cuentan con herramientas para gestionar y mejorar sus impactos ambientales y, a la vez, obtener una diferenciación en el mercado mediante el galardón.
La innovación promueve la sostenibilidad
Florex es una PYME costarricense que ha destacado por sus esfuerzos de sostenibilidad y por involucrarse en los grandes proyectos ambientales en el país. La empresa ha participado en el PBAE por ocho años consecutivos y está certificada como Carbono Neutral desde el 2013.
Silvia Chaves, fundadora y dueña de Florex, rescata que la sostenibilidad ambiental y la competitividad van de la mano.
“En más de nueve años de existencia, Florex ha demostrado que la sostenibilidad ambiental no tiene porqué ser una traba para la competitividad, sino todo lo contrario, las alternativas ambientalmente sostenibles tienen el potencial de llevar a las empresas hacia una mayor competitividad”, señaló Chaves.
La empresa ha aprovechado el enfoque de sostenibilidad para innovar y gestionar un modelo de negocio basado en la mejora continua.
“Uno de los principales beneficios de las certificaciones ambientales es que nos ayudan a autoevaluarnos y guiarnos en un proceso de mejora continua. Desde la reducción en el consumo de recursos naturales, hasta la disminución de los costos económicos asociados, así como la preferencia de consumidores responsables, son aspectos que fortalecen la propuesta de una empresa como Florex”, concluyó Chaves.
Sostenibilidad como gestión de riesgos
COOPESERVIDORES asumió el reto de ser una organización Carbono Neutral en el año 2012, verificó sus inventarios de gases de efecto invernadero y obtuvo la certificación para el año 2013, la cual mantiene.
Pablo Castro, Coordinador de Gestión Ambiental de la empresa, explicó las implicaciones de ser una empresa Carbono Neutral.
“Lo primero es el control. Mapear y, eventualmente, auditar todas nuestras emisiones de carbono mejora indiscutiblemente el control sobre la operación. Por ejemplo, si debemos registrar todos los recibos eléctricos de nuestras sucursales podemos ver quién gasta más o menos, dónde hay desperdicios; algunas organizaciones hasta se dan cuenta que están pagando medidores ajenos”, señaló.
Castro añade que este control conduce a una mejor toma de decisiones y eficiencia.
“Ese control nos permite tomar decisiones, gestionar nuestro consumo y esto se traduce en importantes ahorros económicos. Comparándonos con el 2012, estamos ahorrando Ë19 millones al año en el recibo eléctrico. También en agua y papel percibimos ahorros millonarios”, añadió.
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