Para Vivian Liberman Loterstein empoderar a las mujeres en Costa Rica pasa por: educación a temprana edad para ellas y también para los hombres, independencia económica de las mujeres mediante el trabajo remunerado, y que quienes ocupan lugares de privilegio en las empresas, organizaciones y el Estado “empujen y abran camino”.

Abogada y socia de BLP, Vivian trabaja activamente desde hace varios años en impulsar cambios para dar a las mujeres el espacio que les corresponde. “Yo he sido escandalosa en esos temas”, y sonríe al decirlo. Lo ha hecho en BLP pero también con la iniciativa Inspiring Girls que promueve la participación de jóvenes en carreras del área de ciencia y tecnología.

Por ese rol activo, constante y firme, la Alianza Empresarial para el Desarrollo (AED) la reconoce como una mujer pionera.

El paso 1 que mencionó es educación, en el hogar y en el sistema educativo, “para que no se reciban mensajes continuamente de lo que no podemos hacer o lo que deberíamos hacer”. “Aún somos una minoría las que crecemos sin creer en esos obstáculos”.
El paso 2 es la independencia económica de la mujer. “Debemos entender que si formamos parte de la fuerza laboral, la independencia nos permite no estar atadas a personas que no nos gustan y nos permite alcanzar nuestros sueños. Trabajar es muy importante”.

El paso 3 le toca a hombres y mujeres en posiciones clave para sensibilizar y generar cambios.

Eso es precisamente lo que han hecho en BLP. Al principio del proceso se generó conciencia de que pese a qué hay equidad en las graduaciones universitarias en Derecho, en posiciones altas hay inequidad.

“Hay que entender los obstáculos que tenemos en el camino”. Eso se hizo mediante un ejercicio de diálogo permanente y comprender, en conjunto, la importancia de la flexibilidad.

Luego pasaron a hablar de la equidad y de corresponsabilidad. La flexibilidad era el concepto que se debía materializar en la práctica y que surge de comprender que las mujeres tienen muchas responsabilidades en el cuido de personas en el hogar, pero también para que en el mensaje se incluyera la importancia de un cambio en las familias respecto a una responsabilidad compartida.

“Ese concepto de corresponsabilidad ha dado frutos luego de muchos años”, dice Vivian.

También han trabajado en programas de becas, de capacitación continua, de coaching interno, para lograr que hombres y mujeres logren el máximo potencial profesional sin descuidar las otras responsabilidades. Explicó que se aplican las licencias de maternidad y paternidad, cambiaron la forma de contratar al personal, y se promueve la equidad numérica.

Además, hay que seguir siendo mujeres. Eso es, comentó Vivian, poner el tema de la familia sobre la mesa y de manera normal, “porque son nuestros temas”.

A la pregunta: ¿Qué hace falta en Costa Rica?, Vivian dice: promover la educación, atender la pobreza y el empoderamiento económico de las mujeres. “La combinación de trabajar en estos temas haría una diferencia sustancial en el país”, puntualizó.