Por Yeimy Conejo, socia de Evo Consultoras

Enseñar a personas adultas en contextos empresariales, siempre representa un reto. Como expertas en sostenibilidad, no basta con dominar el contenido técnico, necesitamos estrategias pedagógicas que nos permitan alcanzar los objetivos de aprendizaje y conectar con quienes participan en nuestras capacitaciones, ya sean colaboradores, clientes, proveedores o miembros de la comunidad.

Ante ese desafío, es valioso aplicar técnicas de pedagogía, como el aprendizaje experiencial y la gamificación, en los espacios de formación en sostenibilidad, adaptando contenido altamente técnico al público receptor de la charla.

De acuerdo con la experiencia que hemos acumulado en Evo Consultoras y las recomendaciones de nuestro aliado Ricardo Salas, pedagogo con más de 20 años de experiencia y cofundador de la Asociación Masaya Teatro Más Convivencia, algunas claves para diseñar e implementar programas de capacitación en sostenibilidad que conecten con las personas y logren su objetivo de sensibilizar y educar son:

1. Procesos flexibles: Según el experto, la pedagogía es “el arte de conseguir los medios más idóneos para el logro de objetivos de aprendizaje”, flexibilizando y adaptando las herramientas a las personas que están vivenciando el proceso de aprendizaje. No todas las personas aprendemos de la misma manera.
2. Palabras sencillas y lenguaje comprensible: Resulta fundamental ajustar el lenguaje de los facilitadores a los diferentes públicos (colaboradores de distintos departamentos o miembros de la comunidad cuya comprensión y conocimientos sobre sostenibilidad no son los mismos). También es útil apropiarse de términos que les resulten conocidos a la audiencia, para conectar más fácilmente a través de las palabras y las emociones.
3. El juego como recurso educativo: Si bien la gamificación puede resultar muy útil en un evento corporativo o capacitación, es importante “sentir” o saber leer el contexto e identificar cuándo y qué tipo de juegos se pueden usar para que el proceso no resulte excluyente, ya que no todas las personas tienen los mismos ritmos o estilos para aprender, y hay quien “sufre” si se le obliga a jugar.
4. Volver al papel: Hacer dinámicas donde se utilice papel para escribir o dibujar o bien tener ayudas visuales hechas a mano es una estrategia ideal para quienes son más visuales.
5. Música: Transformar la música en un recurso pedagógico tanto en modalidad presencial o virtual, ya sea como parte de las dinámicas, mientras se espera que el evento comience o durante los recesos.
6. Detalles de “amor”: Desde llegar con suficiente antelación y asegurar que el espacio esté limpio y ordenado, la entrega de gafetes a las personas para después llamarles por su nombre, hasta regalarles un dulce como bienvenida; todos estos detalles demuestran interés.
7. Otra sugerencia es abordar las actitudes críticas con tácticas como el parafraseo (para asegurarnos de que estamos entendiendo exactamente lo que la persona quiere decir) y con acercamientos en espacios uno a uno, siempre con mucha empatía y apertura.

En resumen, la clave está en ver cada experiencia de formación como una historia de teatro, donde no solamente importa el personaje sino también la escenografía. Cuando capacitamos debemos brindar a las personas una experiencia repleta de elementos sensoriales que les ayudarán a integrar los nuevos conocimientos y desarrollar una mayor sensibilización en torno a los asuntos ambientales y sociales.

Si desea profundizar en estas sugerencias, le compartimos el video de la entrevista. En ella logramos definir cómo una “simple” capacitación se puede convertir en una experiencia inolvidable y enriquecedora. Esperamos que le sea de utilidad.

VIDEO: https://www.youtube.com/watch?v=PYSzmi2C0Ng