Poco más de un año ha pasado desde que Costa Rica fue el primer país del mundo en firmar un Pacto Nacional por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Alice Shackelford, Coordinadora Residente del Sistema de las Naciones Unidas en Costa Rica, analiza el primer año del Pacto en nuestro país:

¿Costa Rica es tierra fértil para los ODS?

Este país se ha fijado una responsabilidad alrededor de un concepto de desarrollo humano, de educación y no ejército; por eso, claramente Costa Rica es terreno fértil para llevar a cabo los ODS. Además, porque está viviendo los desafíos que la Agenda 2030 identifica, como lo son: erradicación de la pobreza, eliminación de las desigualdades e impacto ambiental, entre muchas otras.

¿Qué representa que Costa Rica haya sido el primer país en firmar un Pacto Nacional por los ODS?

Representa ser un país en el que se puede pensar la agenda 2030 como una tarea, no solamente del gobierno actual, sino del país. Esta agenda, que tiene un plazo hasta el año 2030, la necesita Costa Rica y al aceptarla significa que este país va de la mano y se involucra a desarrollar los ODS.

Además del Estado, distintas organizaciones de la sociedad civil y sector privado se han sumado a llevar a cabo los ODS, lo cual refleja el interés en el desarrollo humano responsable del país en general.

¿Se ha visto Costa Rica comprometido con la Agenda 2030 en este primer año?

Costa Rica desde un inicio se ha visto sumamente comprometido a darle seguimiento a esta agenda. En este primer año lo ha demostrado con el informe voluntario que brindaron al Foro Político de Alto Nivel del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, en el que se comunicó de una manera muy amplia cómo iba el país -Estado, sector privado y sociedad civil- con la agenda y los avances que había logrado.

¿Cómo se están involucrando la sociedad civil y sector privado con la Agenda?

Todos los sectores siguen discutiendo conjuntamente la implementación de la Agenda y, también cuentan con mesas de diálogo, una plataforma de sociedad civil, hay una mesa con sector privado que AED está liderando y otras con organizaciones. Se han seguido haciendo varios procesos de coordinación para identificar en qué parte ellos están contribuyendo y también asegurando que el trabajo que realizan sea el que está reflejado en el Informe que se presentó a Naciones Unidas.

¿Cuál es el mayor desafío al 2030?

El desafío más grande, aquí y en el mundo, es que se trabaje en la Agenda de manera multidimensional. Se tiene que trabajar de manera conjunta, todos los Objetivos se relacionan y avanzar en un Objetivo indudablemente impacta a otros.

No se puede seguir pensando de manera sectorizada y creer que temas de ambiente solamente le competen al Ministerio de Ambiente o, en una empresa, pensar que ese tema solamente le atañe al departamento que vela por eso. Tenemos que romper estos ‘muros’ y llevar niveles de articulación entre todos estos sectores.