Alexandra Kissling: Forjando un mundo de liderazgo femenino
Alexandra Kissling: Forjando un mundo de liderazgo femenino
Raquel Chaves
Presidenta de Alianza Empresarial para el Desarrollo (AED), Fundadora y Presidenta de Voces Vitales Costa Rica (VVCR), ex- miembro del Consejo Directivo del Incae Business School. Forma parte del Central American Leadership Initiative (CALI) como fellow y moderadora de los programas de liderazgo. Es socia fundadora y miembro de la Junta Directiva de la Corporación Rostipollos.
Estudió psicología en la Universidad de Ciencias Sociales (UCASIS) y es instructora de meditación del “Chopra Center for the Wellbeing”. Es certificada por el Hearthmath Institute de California especializado en el diseño y aplicación de herramientas para lograr un desempeño humano óptimo. Realizó una certificación para emprendedores sociales en comunicación no violenta en el Centro de Comunicación No Violenta en Albuquerque. Es Coach Ontológica Relacional avalada por la International Coaching Federation y la Federación Internacional de Coaching Ontológico profesional y es Coach Ejecutiva de INCAE Business School.
Para Alexandra, el trabajo es dignificante. A lo largo de su carrera profesional ha buscado que su labor esté impregnada de propósito, centrada en mejorar la calidad de vida de las personas.
Sus pasatiempos
Su pasión por el desarrollo del liderazgo interno en procesos de evolución de la conciencia la ha impulsado a explorar prácticas como la meditación, el Chi Kung y el yoga, disciplinas que ejercita diariamente.
Además, Alexandra disfruta de las caminatas al aire libre, la lectura, la música y las reuniones familiares, especialmente con sus nietas, hijos, hermanos y amigos. Su rutina matutina, que incluye ejercicio físico y las prácticas antes señaladas, establece el tono para sus días llenos de energía y trabajo.
Empoderada y maternal
Para Kissling, el significado de ser mujer tiene distintos matices. Por una parte, es un privilegio pues “la capacidad de dar vida a otro ser humano, me dio una dimensión diferente de la vida profundamente significativa y transformadora además de haber podido construir una hermosa familia”. Por otra parte, sin embargo, ha debido enfrentar los desafíos inherentes a la condición femenina en un mundo caracterizado por la desigualdad. Ha tenido que navegar por las complejidades de las relaciones interpersonales buscando el respeto mutuo y el reconocimiento de la diferencia en un entorno marcado por la discriminación de género estrechamente conectadas a estructuras de poder económicas, sociales, culturales y política. Sin embargo, en su interior encontró la fortaleza y la pasión, para desarrollar su liderazgo.
A lo largo de su vida ha desarrollado relaciones cercanas de apoyo y mentoría con muchas personas, que le han brindado el impulso necesario para alcanzar sus objetivos personales y profesionales. En medio de todo este empoderamiento como mujer empresaria, valora profundamente la maternidad como un aspecto central de su vida.
Un camino que se hace al andar
Para Alexandra, el éxito reside en la búsqueda y el encuentro de un propósito que dé sentido y significado a su vida, impulsando su pensamiento, trabajo y acciones, orientándolas hacia la creación de mejores condiciones de vida para aquellos que no han tenido las mismas oportunidades que ella.
Su aspiración no es solo alcanzar el éxito profesional, sino también ser una buena persona y honrar el legado de sus padres. Los valores que le inculcaron los convirtió en una brújula que ahora guía sus decisiones y acciones, especialmente en los momentos de dificultad.
“Ha sido un camino con alegrías, tristezas, desafíos y oportunidades. Como diría Juan Manuel Serrat: Es un camino que se hace al andar, y ha sido de mucho aprendizaje y está siempre en construcción” indica la empresaria.
Entre los desafíos que ha enfrentado identifica las estructuras patriarcales como uno de los mayores retos presentes en su entorno desde su niñez hasta la actualidad, imponiendo estereotipos y roles de género que han moldeado la percepción de sí misma y las decisiones que ha tomado.
En su experiencia como mujer reconoce la lucha constante de sus pares y ha procurado contribuir al desarrollo de otras mujeres mediante su empoderamiento económico y cívico al escucharlas de forma activa, acompañarlas, abrir espacios de conexión y sororidad, y fomentar el autoconocimiento para que puedan valorar sus talentos, escuchar sus propias voces y desarrollar plenamente su capacidad de liderazgo.
Día Internacional de las Mujeres
Alexandra reconoce el Día Internacional de las Mujeres como un momento de reflexión y reivindicación de los derechos de las mujeres y la igualdad de género pero sobretodo, el agradecimiento por las batallas y victorias de todas las mujeres que lucharon por el sufragio femenino, condiciones laborales justas y la lucha contra discriminación y violencia de género.
“Este es un día para honrar su valentía y su determinación, pero también es un día para resaltar la necesidad de continuar trabajando en los desafíos pendientes y que requieren la unión, la colaboración de fuerzas y experiencias para apoyar las luchas de todas las mujeres alrededor del mundo y reafirmar su valor, sus capacidades y derechos así como inspirarse y motivarse para mirar hacia el futuro con esperanza y determinación” expresa la empresaria.
Para Kissling, las mujeres aportan perspectivas diferentes, que son necesarias en los procesos de toma de decisión. Por eso cuando participan en roles de liderazgo gracias a sus diversas capacidades, experiencias y visiones; promueven soluciones más inclusivas, innovadoras, y justas; generando mejores resultados.
Fomentando liderazgos femeninos
La empresaria señala que para fomentar los liderazgos femeninos desde distintas esferas, es importante trabajar en la educación tanto en el ámbito de las familias como en de los centros educativos.
Es necesario incorporar la igualdad de género en los currículos educativos para transformar los estereotipos desde temprana edad, así como capacitar a los docentes bajo este enfoque de género para que puedan modificar los sistemas de enseñanza.
Un claro ejemplo de la necesidad de que los docentes apoyen en este tema le hace recordar una experiencia vivida, hace unos ocho años, en un programa de mentoría para adolescentes que estaban intentando formarse en STEAM. Una de las chicas le comentó que había tenido una maestra que dividía las clases de la tarde en dos grupos, uno masculino y otro femenino y acto seguido mandaba a las mujeres a manualidades y a los hombres a computación”.
Kissling considera importante aumentar la formación y participación de las mujeres en áreas STEAM ya que un país que aspira a tener una economía impulsada por procesos de alto contenido tecnológico, es necesario estimular estas carreras y facilitar las condiciones laborales para que las mujeres puedan acceder a empleos de calidad.
“Hay datos del ENAHO (La Encuesta Nacional de Hogares) que muestra que los hombres acceden a los empleos de ciencia y tecnología con una participación del 65,6% frente a un 34,4% en el caso de las mujeres” señala la empresaria.
Alexandra también subraya la importancia de mejorar el acceso de las mujeres a puestos de alta gerencia y toma de decisiones. Ella enfatiza la necesidad de comprender y abordar las barreras que limitan dicho acceso en las empresas, proponiendo iniciativas como la mentoría y los programas de “sponsorship,” que involucran a personas aliadas con posiciones de privilegio para empoderar a las mujeres y ayudarlas a ascender a puestos de liderazgo.
Además, Kissling resalta la responsabilidad social de las empresas en la promoción de la igualdad de género. Destaca la importancia de políticas que fomenten la conciliación familiar y laboral en torno a temas de corresponsabilidad social del cuido tanto para la niñez como para los adultos mayores, la igualdad salarial y la valoración de la diversidad.
Avances insuficientes en Costa Rica
Para Alexandra, Costa Rica ha avanzado en temas de igualdad de género. Sin embargo, no ignora que los retos pendientes. En particular, resalta las brechas salariales en el mercado laboral así como la subrepresentación de las mujeres en posiciones de liderazgo y en sectores laborales clave.
Uno de los desafíos pendientes de mayor complejidad es la violencia de género, incluida la violencia física, sexual, psicológica, económica, patriarcal y cibernética. Destaca la importancia de mejorar la respuesta judicial y aumentar el apoyo a las víctimas, así como de abordar barreras culturales y sociales que perpetúan la violencia de género. Asimismo, resalta la necesidad de una mayor inversión en la primera infancia y en redes de cuidado infantil de calidad, así como en modelos de cuidado para la tercera edad, para permitir que las mujeres tengan mayor disponibilidad de tiempo para el trabajo remunerado.
También resalta la importancia de mejorar la participación económica de las mujeres. Para ello es necesario lograr un mayor acceso al financiamiento de sus emprendimientos, redes de apoyo y mentoría. Ella destaca la necesidad de crear mejores oportunidades laborales y empresariales de mayor calidad para las mujeres, quienes han sido desproporcionadamente afectadas por la disminución de oportunidades de empleo.
Kissling hace hincapié en el desafío de la corresponsabilidad social del cuidado, señalando la necesidad de promover una distribución más equitativa del trabajo doméstico y de cuidados, tradicionalmente asumido por las mujeres. Desde esta perspectiva la inversión en la primera infancia y la mejora de las redes de cuidado infantil antes mencionadas es crucial para permitir que las mujeres tengan mayor disponibilidad de tiempo para el trabajo remunerado en el mercado laboral y empresarial.
“Hay estimaciones del Banco Central de Costa Rica para el año 2017 que muestra que el trabajo doméstico no remunerado ascendía a un 25,3% del PIB, estamos hablando de 8,3 billones de colones de los cuales el 71,4% es aportado por las mujeres” comparte Kissling.
Además, resalta el impacto de la feminización de la pobreza en las jefaturas femeninas y el riesgo de violencia asociado con esta condición, enfatizando la necesidad de un esfuerzo por parte del gobierno, la sociedad civil, el sector privado y la comunidad para abordar estos desafíos y avanzar hacia una sociedad más igualitaria.
Para un mundo más igualitario e inclusivo
Si bien para Alexandra resulta complicado imaginar una sociedad plenamente equitativa, que nunca ha existido como tal, según ella misma indica, aboga por un mundo donde la diversidad social sea considerada una fortaleza y donde todas las personas, sin importar su género, etnia, orientación sexual, identidad de género, edad o cualquier otra característica, gocen de igualdad de oportunidades y derechos.
“¿Es esta una utopía? Sí, pero si quisiera pensar que se puede lograr e indudablemente esa es la fuerza que me impulsa hacia adelante” expresa Kissling.
Su consejo...
A todas las mujeres que luchan por alcanzar sus metas:
“Yo diría que dediquen tiempo a conocer su esencia, que busquen su propósito y que sigan su camino con toda esa pasión y esa energía que proviene del lugar más profundo y más abstracto que tenemos los seres humanos y que dediquen el resto de sus vidas a seguir estudiando, aprendiendo, capacitándose y que no tengan miedo de hacerse escuchar, que no tengan miedo de hacer escuchar su voz y sus acciones porque tanto la voz como las acciones tienen el poder de transformar el mundo” –Alexandra Kissling.
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