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Guías

Caso buenas prácticas

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Sector económino: Turismo

En la década de los setenta, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) elaboró un estudio para analizar el potencial turístico de Centroamérica, donde sobresale el Golfo de Papagayo, ubicado en Bahía Culebra (Guanacaste), como una zona de riqueza escénica y cultural; es por ello que, en 1979, el gobierno de Costa Rica decide declarar esta región como Polo Turístico de Interés Público. Posteriormente, en 1982, se emitió la Ley reguladora del desarrollo y ejecución del Polo Turístico Golfo de Papagayo (PTGP), a través de la cual, se inscriben, a nombre del Estado, las 2.000 hectáreas del Golfo, encargando su administración al Instituto Costarricense de Turismo (ICT), que, desde ese momento, tendría la autorización para otorgar concesiones sobre el uso de las tierras del proyecto a empresas privadas.

 

El desarrollo del PTGP se regula de acuerdo con un Plan Maestro elaborado por el ICT, que contempla la preservación del medio ambiente y, al mismo tiempo, delimita las obras de infraestructura que debe realizar cada empresa concesionaria, con el fin de potenciar al Golfo de Papagayo como el mayor destino turístico de la región.

 

Península Papagayo es un proyecto ejecutado por Ecodesarrollo Papagayo S.A., empresa que cuenta con la mayor concesión de tierras en el Polo Turístico (aproximadamente un 42% del área concesionada). En el año 19992, al iniciar sus operaciones, la empresa se comprometió a finalizar el proyecto en un período de 28 años que, de acuerdo con el Plan Maestro, incluiría: nueve hoteles, tres campos de golf, una marina, un museo arqueológico, clubes de playa, un campo de tenis, al menos 1.580 unidades residenciales, así como un pueblo con todos los servicios necesarios.

 

La misión de Península Papagayo es crear un desarrollo turístico e inmobiliario de clase mundial, modelo y sostenible en el largo plazo. Para ello, estableció una filosofía empresarial basada en cuatro principios: calidad, respeto por la legislación nacional, respeto por el medio ambiente y fortalecimiento de las relaciones comunitarias.

Implementación Bajo ese panorama, se pretende que todo el desarrollo armonice visualmente con la naturaleza nativa. Ello ha conducido la implementación de una filosofía de diseño. Dicha filosofía está orientada a la búsqueda de una armonía con el ambiente, que permita a sus habitantes poder experimentar la belleza y misterio que atrajo a los habitantes de la región que vivieron siglos atrás. Las Guías de Diseño son el conjunto de normas que pretenden la implementación efectiva de la filosofía de diseño en las construcciones.

 

Estas guías fueron creadas para:

  • Preservar y proteger el ambiente natural
  • Promover diseños en armonía con la tierra y la histórica cultura de la región
  • Preservar y realzar la integridad estética de Península Papagayo Las Guías establecen la visión y filosofía del Proyecto para los diseños y su arquitectura, el proceso de revisión de los diseños y las reglas mediante las cuales la integridad estética del Proyecto se ha de preservar y realzar.

 

Cabe destacar que las Guías de Diseño van en concordancia con todos los principios y demás normativas jurídicas presentes en el Plan Maestro del ICT4, así como en la Declaración Maestra. Con dichas normas se busca que el desarrollo sea en armonía con la Península, haciendo que desde la distancia se denote una infraestructura y edificaciones acordes con el entorno. Esta normativa conduce a que dentro del Proyecto exista una obligatoriedad a los desarrolladores de las concesiones por cumplir con guías específicas de diseño arquitectónico (las cuales varían según las características naturales y la posición geográfica de los lotes), alturas de las edificaciones, paleta de colores5, entre otros. Además, el diseño topográfico de las calles se planifica para maximizar el aprovechamiento de los paisajes naturales en cada rincón de la Península.

 

De igual manera se sigue un estricto protocolo en función de las construcciones para que estas se fundan idóneamente con el paisaje natural y no obstruyan ninguna vista natural ni bloqueen la vista de algún otro sitio importante dentro del mismo proyecto. Se toman en cuenta aspectos como la restricción de la iluminación nocturna de exteriores que podría perturbar a las especies que habitan en el proyecto. La iluminación nocturna debe de ser la necesaria para suplir las necesidades de seguridad de las viviendas y/o infraestructura turística. Cabe destacar que por mandato del Plan Maestro solamente se puede construir un 30% del área total de los terrenos y el restante porcentaje debe de permanecer como áreas verdes. Esto hace que el proyecto sea de calidad y no de densidad. Todos esos elementos son tomados en cuenta con el fin de que los diferentes proyectos que se construyan se adapten a la estética natural del sito, pero además buscando no afectar a las especies de fauna que viven en el Proyecto.

 

Al día de hoy, quien visite Península Papagayo, (o bien si se le observa desde lejos) podrá ser testigo de que el impacto visual de las edificaciones es mínimo o nulo. En ocasiones se vuelve difícil o casi imposible, distinguir ciertas edificaciones, ya que estas poco a poco se van camuflando con la flora de su alrededor.

 

  • Al observarse el Proyecto de noche se puede constatar la poca presencia de luces artificiales que irrumpan en el paisaje, por lo que no se altera la fauna nocturna.
  • En Península Papagayo saben que el resultado final es el que habla de los verdaderos resultados: obras que no irrumpen en el paisajismo, sino que por el contrario se adaptan a él al punto que en muchas ocasiones son camufladas. Pero además es necesario subrayar la armonización con la naturaleza desde la perspectiva visual.
  • Todas las obras han sido construidas respetando los corredores de especies animales que transitan usualmente por los mismos sitios en la Península, de modo que estas no alteran su hábitat y rutas que suelen utilizar con regularidad.
  • Las especies que se utilizan para el ornato de los exteriores deben de ser especies propias de la zona, a fin de que no haya presencia de especies exóticas con potencial de irrumpir de manera negativa en los ecosistemas de la Península. De manera que dichos ornatos armonizan con el medio en el que se encuentran.
  • Las obras se edifican siguiendo estrictos protocolos y normas de procedimientos que hacen que la etapa constructiva de las obras no genere impacto negativo en el ambiente.

 

De este modo se logra una efectiva armonización entre la naturaleza, el paisaje y las edificaciones y demás construcciones.

Contacto:

  • Persona a cargo: Manuel Ardón
  • Teléfono: 2696-2110
  • Correo: manuel.ardon@ppgy.net